Solo cree más en ti.
La mayor parte los corredores sabemos que el dolor es ineludible y que cuando llega, la psique es determinante. Si en tus entrenamientos te preparas para ese difícil instante, dando un tanto más cuando tus piernas ya están cansadas y no pueden más, cuando llegue el momento de tu competencia no va a ser muy difícil cambiar el chip en tu cabeza. Por poner un ejemplo, a mi me ayuda que cuando termino una sesión de entrenamiento, corro 5 repeticiones de 100m, esto le deja a mi cabeza amoldarse a esa sensación de cansancio y dar un extra cuando pareciera que no lo lograré. Inténtalo, puedes, solo cree más en ti.
¿Te ha pasado que en el último kilómetro sientes que las piernas no te responden? ¿O bien que te da la conocida pared o muro en el kilómetro 8k en una carrera de 10k? Es totalmente normal, a mi me ha ayudado mucho el cambiar mis pensamientos negativos por positivos, o sea, en vez de decir: «ya no puedo más», digo: «el último kilómetro y se acabó». En mi último maratón me dolían mucho las piernas y cuando faltaba solo una milla, creí que eran los últimos metros de aquella fantástica experiencia y debía gozarla, llegué llorando a la meta de dicha. Cambiar el enfoque y pensar porque lo hacemos nos distraerá del dolor y nos dejará continuar con más emoción.
Relájate física y mentalmente.
La magia de correr se encuentra en que nada está escrito, una carrera siempre y en toda circunstancia tiene sorpresas que la hacen más apasionante.Una de las claves es Relajarte no solo físicamente sino más bien mentalmente te va a ayudar a conseguir tu meta más fácilmente. Por ejemplo, en ocasiones comienzo a tensar la espalda alta y a agacharme al correr, comprendí que si dejo de estresarme y me enderezo y en vez de ver el piso veo al frente, sonrío inmediatamente y me relajo al instante. Mi llegada a la meta siempre y en todo momento es diferente por el hecho de que ya no voy pensando en que no voy a poder llegar como deseaba, sino me concentro en el presente y el dolor desaparece..