La durabilidad de nuestros tenis para correr es dependiente de diferentes factores como su utilización, su diseño y calidad, etc. Te ofrecemos las claves para entender y detectar cuándo decirles hasta pronto por nuestro propio bien.
Amortiguan cada una de nuestras pisada, nos mantienen en contacto con el suelo para darnos un impulso hacia la meta y, al fin y al cabo, resultan un complemento muy importante en nuestro equipo running para disfrutarlo al máximo. Actualmente, ningún runner escatima en la compra de unos buenos tenis de calidad. Y es que al tener unos buenos tenis de running evitaremos lesiones y correremos mucho mejor. No obstante, ¿cada cuánto tiempo deberías cambiarlas? ¿Cuáles son los signos que señalan que tus tenis perdieron sus condiciones optimas? Sigue leyendo.
ALGUNAS SEÑALES DE DESGASTE EN TUS TENIS
Marcas y modelos de tenis para correr hay una gran cantidad, pero si algo tienen parecido es que su durabilidad no es eterna. Los signos más importante que tienen la posibilidad de señalar que tus tenis de running están por llegar al final de su vida útil se relacionan directamente con la pérdida de adherencia, de amortiguación, de sujeción y de protección del pie. De hecho, numerosos estudios coinciden en que la fecha de caducidad suelen originarse “desde los 700 km, instante en el que tus tenis tienen la posibilidad de presentar cambios en en las prestaciones de presión en el pie.”
En este sentido, el signo externo más notorio o más claro para saber si tienes que despedirte de tu tenis para correr está en el desgaste de la suela, puesto que por las misma presión sometida al correr hace que se pierda el color, el dibujo y su forma original.. Sin embargo, todas las partes de unos tenis para correr tienen que estar en buen estado para desarrollar la actividad de forma correcta y protegida. La suela no es el único signo que podemos notar para decir adiós a los tenis para correr.
En la región del talón, el desgaste tiende a ser causado por la utilización que se hace a lo largo de el avance en la carrera. Se recomienda que se practique “una comparación entre los talones de los dos tenis, y si se aprecian diferencias considerables, esto nos va a indicar que debemos cambiarlas”. La otra región clave donde algún runner debe fijarse en sus tenis para correr es en la llamada mediasuela, puesto que esta región se ocupa primordialmente de la amortiguación y “si alargamos excesivamente la utilización de los tenis, estos materiales colapsan y reducen sus capacidades de amortiguación”.
Además de estos elementos externos, y aparentemente obvios, varios profesionales sugieren que el corredor se fije más en las sensaciones físicas al correr, por ejemplo en una menor absorción de impactos, disminución en esponjosidad en la pisada, ruidos y una deformación del chasis de los tenis para correr, oséa, que cuando se pisa sobre una superficie plana notes un rápido desequilibrio. “Correr nunca debe ser doloroso, si detectamos algún dolor a nivel óseo y musculotendinoso, sensación de fatiga y una pérdida de desempeño deportivo son advertencias visibles de que ya es hora de cambiar tus tenis para correr.
CONSECUENCIAS DE CORRER CON TENIS DESGASTADOS
Por último, a lo mejor te estés preguntando cuáles podrían ser las diferentes consecuencias de correr con tenis desgastados. La distribución desigual de las presiones en el pie “puede ser la puerta de entrada para padecer múltiples lesiones”. Y entre las más recurrentes pueden ser “metatarsalgias, tatalgias, fascitis plantares, esguinces y lesiones musculares y tendinosas”. Además, correr con unas tenis desgatados puede ocasionar lesiones en articulaciones de las rodillas, la cadera y la columna vertebral, más que nada, en la región lumbar .En la aparición de alguna duda en relación al estado de los tenis para correr y de la biomecánica, acudamos al podólogo para que haga una precisa valoración y un plan de actuación adecuado”.